Negro aforismo
No es la culpa, si no el grueso temblor que portamos. Las circunstancias se sacuden como rameras a plena luz del día y por las noches se desarman como arena. ¡Pero no! No hay de qué preocuparse. O se tiembla, o se tirita, o se sacude y nos estrujamos para que no lleguemos a la inevitable sucesión de hechos terribles. (Gracias por el delirio / Poemario inédito / Esteban Salinero)
Comentarios
Sería una buena manera de ser más constante en la escritura.
y lo otro... no me tutees poh... en la blogósfera todos somos lolos.
Keep in touch.