non è morto
No estábamos muertos, yo vivía para que usted viviera y el resto no eran más que apuntes al margen. No era lo trascendente, ni siquiera la inconsecuencia o el nulo aporte de los días gastados. Me creí muerto pero estaba vivo, viviendo de K. en Praga viviendo de Jorge Luis en Ginebra viviendo de recuerdos de otra vida en Budapest viviendo de artífices en Berlín viviendo de vampiros en Bucarest viviendo de inmigrantes en pateras viviendo de calcinados en Normandía viviendo de Julio Florencio en París viviendo de Marco Polo en Venecia viviendo de los fusilados en Madrid viviendo de una carajada en Valencia viviendo de Puig Antich en Barcelona viviendo de Walser en Biel viviendo de fútbol en Milán viviendo de Patton en Sicilia viviendo de alfombras en Tanger viviendo de tu mano en Santiago viviendo de mis dedos en la poesía viviendo de murallas en Beijing viviendo de Jorge Luis en Buenos Aires viviendo de mí en mi mismo viviendo de usted en el sueño... y escribía, créame que siempre escrib