El oro



¿Dónde estaban los risueños labios
cuando todo se iba al averno?
¿Vivían en algún lugar de este lejano prado
o se deshacían en las dudas del paso siempre rutilante del tiempo?
Siempre extrañé el verbo emanado de ellos,
la elegancia de sus vocales,
la certeza de sus consonantes.
Lucían hoy como siempre
en el fulgor de su episodio más antiguo,
en la delicada cadencia de su movimiento,
en el permanente ir venir de su sonrisa
en la plena sabiduría de su pensamiento.
No me los nieguen más
que me ato
me despojo
me solidifico
me hago
estatua
carroña
o jadeo.
Bendita noche del estío
en que encontré el oro más buscado,
el de Aguirre,
el oro de los tigres,
la dorada luz de su referencia

Comentarios

No_surprises ha dicho que…
¡Estás en mi lado izquierdo!
Arriba el ánimo ok?
Me eliminaste del msn...
malo, pero igual te tengo presente siempre...
zoombie en vida...

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