Brindis por los amantes


Un sonoro gruñido viene desde habitación contraria
¿será la duda la que me despierta
o los cuerpos que en su balanceo yacen juntos?
Un leve ajetreo de maderas, resortes y gemidos
un inocuo y satisfactorio silencio
que desgarra y despierta
cuando la ciudad se inclina ante su solemne espasmo.

Aplaudo a esos amantes,
vitoreo su delicadeza,
rasguño mis sábanas,
cuando la madrugada se humedece entre ese fluir.
No hacéis daño, alegráis,
alguien o algunos se rebelan ante el mundo
ante los ires y venires lascivos
contra las pusilánimes búsquedas de madrugada.
Y al final de todo, brindo
y bebo a vuestra salud.
No estoy solo.

Comentarios

Jorge ha dicho que…
Veo que eras tu quien estaba.
Eras Estaba o Esteban
Eras con nosotros en la noche de anoche....


Ps. pronto seremos MIL...

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