Everness


Sólo una cosa no hay. Es el olvido.
Dios que salva el metal, salva la escoria
y cifra en su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido.
Ya todo está. Los miles de reflejos
que entre los dos crepúsculos del día
tu rostro fue dejando en los espejos
y los que irá dejando todavía
Y todo es una parte del diverso
cristal de esa memoria, el universo;
no tienen fin sus arduos corredores
y las puertas se cierran a tu paso;
sólo del otro lado del ocaso
verás los Arquetipos y Esplendores.


(J.L. Borges)

Publico este poema de Borges, fuente alquímica de toda inspiración, y cuyos versos son el escudo y el refugio en este ignominioso retorno.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
fuerza en la ignominia...
Anónimo ha dicho que…
Ayer, alguien muy especial para mí, me dedicó este poema. No lo conocía, y me lo aprendí de memoria tras leerlo tres veces.
Esta madrugada, me lo ha recitado a media voz, mientras me besaba...

...Y las puertas se cierran a tu paso.

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