la caterva
si me dejan un pedazo de carne,
no me enojo.
si reconocen que el espectáculo
es triste y patético,
probablemente los aplauda
gracias a la tragedia que representan
¿cuál es el norte?
mientras un mulato
hace el show de su vida
prometiendo no sé qué muchas cosas,
seguido de tambores obesos
y rubias cornetas,
con ustedes sólo se augura
el plástico porvenir de una guerrilla
en la misma trinchera.
en las calles,
por si no lo saben,
algunos ya se muerden los dedos,
y pronto se comerán los pies y los brazos,
suelas y lana,
a los hijos y a los hijos de sus hijos,
y que los satánicos usureros de siempre
van a cobrar el alimento
a los hijos de sus hijos de sus hijos.
y, mientras tanto, veo en el tablero
al caballo o mula que respaldan los feudos de bolsillos inflamados
y al alfil del padre rey de tiempos olvidados.
y veo a un cobrizo reflejo, de esos que alguna vez han traicionado.
¡a cuatro peones en busca de la moral del desencanto!
y a un bien parecido señor,
asiduo al patache, al vino, a la mesa
que sus maestros ya habrían castigado.
¿será posible tanta humillación al prójimo?
¿serán posibles tantas caras de tabla?
¿será posible tanto desparpajo?
no se olviden que la sabia caterva
no ignoren el sabio cadalso.
Comentarios
Lobita E.
Me sumo al decir de "multitudes" (je, je)...Súper bueno, transparente y revelador el contenido...
Saludos desde el ciberespacio
Gonzalo Figueroa Cea