Kabbalah



No tengo mucho que decir
salvo que guardo los días en el bolsillo del pantalón
y que como una boleta que aparece tiempo después
detona lo que nunca fue, lo que nunca será.

El hombre ese pisó la Luna hace 40 años
mientras alguien, un tipo que vive hoy en algún lugar
lee lo que nunca habrán escrito
y sabe la verdad,
los números de esta trama
en la que amanecemos cada día
los misterios de la Kabbalah que nos han sido negados,
la verdadera fórmula que lanza por tierra a los alquimistas,
el verdadero significado de los arquetipos.

En algún lugar alguien llama y arde
arde y no encuentra,
revive y jamás alcanza
para entrar a formar parte del círculo
de lo que nunca fuimos los gentiles,
de lo que nunca seremos
verdaderamente.

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