las hienas
en su ardid y finta
no le convence el trino del arrullo siniestro,
ni el embauco.
no le convence ni el llanto
ni las hojas que deshoja el otoño
ni el oro puesto ante sus ojos.
nihil novum sub sole,
la historia se repite
como la melodía torpe
que se extirpa a un armonio.
como quien juega a la rusa ruleta
o al endiablado ritmo de un par de cartas.
a alguien habrá de tocarle la bala...
o la miseria,
la rústica manipulación del tahúr
o el anacrónico cantar de un tango.
deja la verdad para los beatos,
los obispos, los lamas y los honestos.
en este mundo,
creéme que es así.
han triunfado las hienas, los cocodrilos,
los cetáceos invertebrados.
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