la púa


"es como mascar clavos",
me dicen,
una cosa tan chata
tan voluble
o de casas bajas.
no hay otoño
sin lenguas caídas,
ni verano sin frío sol.
me agrada el antónimo
de toda existencia
de estos soles sin luz.
el filtro
de lo infiltrado
o el puño
de la mano abierta.
me río (del torrente) de...
o me río (de reír)
de un baño sanitizado
o del fresco cáliz
que el sacerdote exhibe.
gozo con las histéricas ansias
de la ignominia a pedir de labio
o del riel que espera
una rueda o llanta
o innombrada presencia,
que debería ser mía
pero que no lo es.
al diablo con usted que lee
porque al fin,
al fin de todo,
igualmente
lo(a) voy a acoger
en el ruin
y cálido abrazo
de
mis
espasmos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Negro aforismo

¡Esto me enseñaron!

abarcas & correas