Judas 2


¡Ja! vivo,

más vivo que nunca.

Me rodeaban los colmillos

y fui salvado

en las fauces mismas de las bestias,

mis bestias.

Lavaré, así, los pies de cada apóstol

besaré la mejilla de cada Cristo

y, como un estoico Judas,

asumiré la ignominia.

¿Cuánto habrán de pagarme?

¿30, 40 denarios?

No me deis nada,

sólo la gloria eterna del altísimo

o de su rastrero consorte

o de su negra gabardina larga

o del cadalso

que espera a cualquier avatara.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Sito Esteban,

me gusta el sonido de las palabras... hay muchas nuevas para mi en tus escritos, gracias por eso,

cuidate y nos vemos pronto,

Viviana
Tanino ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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