Judas 2
¡Ja! vivo,
más vivo que nunca.
Me rodeaban los colmillos
y fui salvado
en las fauces mismas de las bestias,
mis bestias.
Lavaré, así, los pies de cada apóstol
besaré la mejilla de cada Cristo
y, como un estoico Judas,
asumiré la ignominia.
¿Cuánto habrán de pagarme?
¿30, 40 denarios?
No me deis nada,
sólo la gloria eterna del altísimo
o de su rastrero consorte
o de su negra gabardina larga
o del cadalso
que espera a cualquier avatara.
Comentarios
me gusta el sonido de las palabras... hay muchas nuevas para mi en tus escritos, gracias por eso,
cuidate y nos vemos pronto,
Viviana