Kabbalah
No tengo mucho que decir salvo que guardo los días en el bolsillo del pantalón y que como una boleta que aparece tiempo después detona lo que nunca fue, lo que nunca será. El hombre ese pisó la Luna hace 40 años mientras alguien, un tipo que vive hoy en algún lugar lee lo que nunca habrán escrito y sabe la verdad, los números de esta trama en la que amanecemos cada día los misterios de la Kabbalah que nos han sido negados, la verdadera fórmula que lanza por tierra a los alquimistas, el verdadero significado de los arquetipos. En algún lugar alguien llama y arde arde y no encuentra, revive y jamás alcanza para entrar a formar parte del círculo de lo que nunca fuimos los gentiles, de lo que nunca seremos verdaderamente.